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Lorena S. Gimeno

Hablemos del deseo sexual hipoactivo

Se considera que una persona tiene deseo sexual hipoactivo cuando no tiene ganas de practicar sexo en solitario o en pareja. Pero… ¿por qué se produce? ¿Cómo se soluciona?

Photo by Karolina Grabowska on Pexels.com

Hipoactivo, hiperactivo y ¿normal?

Mientras que el deseo sexual hipoactivo es el que está por debajo de la media en cuanto a ganas de tener sexo, el hiperactivo es aquel que está por encima de lo normal pero… ¿qué es lo normal?

Lo normal es aquello a lo estamos acostumbrados, así que para cada persona el bajo deseo sexual se puede situar en una media completamente diferente. Además, vivimos en una sociedad tan sexualizada que muchas personas creen tener bajo deseo sexual porque el sexo no es una prioridad en su vida.

Entonces, antes de decidir si tienes un bajo o alto deseo sexual, debes ser consciente de las ganas que tienes de sexo en tu día a día. Y no me refiero a la última semana, sino también a los últimos años.

El deseo sexual no es estable

Por el simple hecho de que somos personas y hay muchos factores que afectan a las ganas que tenemos de cualquier cosa:

middle aged woman crying with tears
Photo by Karolina Grabowska on Pexels.com

Edad y experiencia

En realidad, el deseo sexual no tiene nada que ver con la edad, pero por regla general a medida que nos hacemos mayores tenemos más responsabilidades. Independizarse, trabajo, pareja, hijos, nietos… Nadie se corta por el mismo patrón, pero si tienes muchas cosas en las que pensar es posible que el sexo pase a un segundo o tercer plano.

Hormonas

Sea como sea tu cuerpo, sean cuales sean tus genitales, las hormonas forman parte de tu vida y, a no ser que las controles con medicación, fluctúan, tienen altibajos y afectan a tu estado de ánimo.

Hasta no hace mucho se pensaba que solo las personas menstruantes tenían un ciclo hormonal, pero las personas cuya hormona principal es la testosterona también. Quizá no tan cíclicas, pero cambiantes igual. Esto se traduce en que, a lo largo de un mes (con un ciclo de entre 27 y 31 días) habrá días en los que tus pensamientos sean más sexuales y otros en los que no pensarás en sexo ni aunque te hablen de ello.

Por supuesto, no todas las personas se ven afectadas de la misma forma por las hormonas. Así que para saber tu ciclo lo mejor que puedes hacer es coger un calendario y marcar tu estado de ánimo (estable, feliz, decaído, caliente, enérgico…) para ver un patrón único en tu persona.

Situación socioeconómica

El estrés y la ansiedad son dos sentimientos totalmente opuestos a un «estado sexual». Es decir, cuanta más presión tienes, menos te apetece. Hasta el punto en el que un estado de ansiedad constante puede desencadenar una disfunción sexual orgánica.

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Esto significa que si no estás en una situación que consideres buena, es posible que tu deseo sexual baje mucho e incluso aunque te pongas se te quiten las ganas. Es algo que parece fuera de tu control, pero puedes trabajar en ello.

Quizá no puedes llenar tu cuenta bancaria ni encontrar un trabajo de la noche a la mañana, pero puedes dedicarle tiempo a la meditación y al amor propio. La meditación y los ejercicios respiratorios ayudan a relajar el cuerpo y calmar la mente. Y el amor propio es un trabajo constante que, si no existe en absoluto, te llevará tiempo y esfuerzo.

Sin embargo, lo principal es no centrarse en aquello que te hace sentir mal y aprender a dedicarle su tiempo a cada parte de tu vida que consideres importante. Si hace falta, hazte una lista y ponte un horario en el que vas a dedicar X tiempo a pensar sobre ese tema en concreto.

Cómo saber si tienes deseo sexual hipoactivo

  • Valora tu nivel de deseo sexual a lo largo del tiempo.
  • Pregúntate si ha cambiado algo en tu vida además de tus ganas de sexo.
  • ¿Estás tomando alguna medicación que pueda afectar a la libido?
  • Pregúntate si quieres aumentar tu deseo sexual por voluntad propia o estás sintiendo presión por parte de terceras personas.
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Con estos puntos en cuenta, si aún tienes dudas lo mejor que puedes hacer es buscar ayuda. Pregúntame o contacta con un profesional de la psicología si lo crees necesario.

El deseo sexual necesita que le dediques tiempo

Igual que dedicas tiempo a pensar en una serie nueva para ver, lo que tienes pendiente en el trabajo esta semana o lo mucho que te apetece preparar esa receta que tienes pendiente desde que te la recomendaron. El deseo sexual no aparece de la nada ni es un pensamiento automático de tu cerebro.

En realidad, tendrá la importancia que le quieras dar en tu día a día. Si no piensas en ello nunca, tu cerebro lo pasará a un segundo plano para que puedas centrarte en lo que sí piensas constantemente. Así que lo mejor que puedes hacer para mantener tu deseo sexual, o incluso aumentarlo, es quedarte un rato más por la web y dedicarle tiempo al sexo.