Saltar al contenido
Lorena S. Gimeno

[TAG DE AUTOR] RECUERDOS LEJANOS

El explorador de mundos me ha nominado para este tag de autor creado por Saimarné. Y lo cierto es que he tardado lo mío en ponerme pero ya estoy. Ya me pongo a soltar parrafadas.

¿CON CUÁNTOS AÑOS EMPEZASTE A ESCRIBIR?

Escribir escribir… Creo que escribo desde los ocho o nueve años. En esa época encontré otra forma de expresar mis historias y, con el tiempo, encontré en la escritura el único medio en el que no tenía limitaciones.

Y lo de crear  historias lo cierto es que me viene de mucho más atrás. Ya de pequeña me pasaba horas inventándome historias con mis juguetes y, tras la separación de mis padres y con e cambio de pueblo, me encerré aún más en las historias, porque no se me ha dado nunca bien eso de hacer amigos.

Por suerte, para cuando empecé a escribir tuve a mi lado alguien con quien inventar historias. Y lo cierto es que es mucho más divertido de lo que pensé. Compartir mundos, jugar juntos en esos mundos, creo que en parte ayudó a que hoy sea como soy.

PUBLICA TU PRIMER ESCRITO (O UN FRAGMENTO DE ÉL SI LO CONSIDERAS DEMASIADO LARGO).

No recuerdo lo primero que escribí. Creo que eran poesías tontas que mi madre, en alguna de sus limpiezas de mis toneladas de papel, tiró sin más. Hay muchas otras cosas que he perdido a base de mudanzas y no soy demasiado buena para recordar. Sin embargo, una de las primeras historias que creé pero al final no escribí porque aún me dedicaba a dibujarlas fue la historia de una mujer gato que encontraba el amor de su vida. Dibujé a toda su familia, a su novio y un montón de personajes más para tenerlos en mente al escribir. Y creo que algo escribí… ¿Dónde estará?

¿POR QUÉ EMPEZASTE A ESCRIBIR?

Como ya he dicho. Mi necesidad de crear historias viene de antes de que sea consciente de mis recuerdos. De esa parte de mi mente en la que las imágenes no tienen una cronología exacta. Inventaba historias para jugar a papás y mamás, para jugar a las bodas, para jugar con el mini supermercado que tenía en mi habitación de los juguetes, para jugar con los power rangers de peluche y, poco a poco, mi mente ya no dejó de crear historias.

Y quizá me centré más en la escritura en el instituto. Es decir, me lo tomé más seriamente. Estaba cansada de que me miraran dibujando, de que se rieran de mis canciones y poemas (que los profesores me instaban a recitar delante de la clase); así que me centré en la escritura para mí misma. Para desahogarme de alguna forma. Quizá, si hubiera tenido la oportunidad de estar alguna vez en la misma clase que mis amigos, no habría empezado a escribir.

¿TIENES ALGÚN PROYECTO LITERARIO ENTRE MANOS EN ESTE MOMENTO?

Las historias nunca se me acaban. Aunque no puedo decir que todas sean buenas, cada día mi cerebro crea alguna historia buena. Por suerte, soy muy crítica con todo así que casi ninguna pasa mi propio control de calidad.

Ahora mismo tengo dos sagas en marcha: DarkWalkers y VITRIOLS. El mes que viene reedito una novela antigua mía y tengo algunas historias independientes en fase de producción: La casa de las flores mudas, Vigilia, Warlords… Y más que tengo en colaboración con el grupo de escritores en el que estoy.

¿TIENES ALGÚN PERSONAJE LITERARIO PROPIO COMO FAVORITO?

Según mi estado de ánimo, congenio más con uno u otro de mis personajes. Sin embargo, últimamente he desarrollado un favoritismo especial hacia Lazlo, el protagonista de mi nueva saga. No puedo prometer nada, pero es el único que me está casi convenciendo para que no le pasen desgracias.

¿HAS PUBLICADO ALGUNO DE TUS ESCRITOS?

Además de las cosas sueltas que publico en mi blog, intenté publicar con editoriales hace tiempo pero entre pitos y flautas me he decantado por la autopublicación mediante Amazon. Campana Fénix y La verdad oculta están ya a la venta. Próximamente también lo estará Sagita. Y el año que viene sí o sí publicaré la segunda parte de VITRIOLS.

¿HAS GANADO ALGÚN PREMIO EN UN CONCURSO LITERARIO? 

Lo cierto es que no. Tampoco he participado en demasiados concursos. Creo que solo uno. ¡Sí! Solo uno de literatura.

¿HAY ALGO MALO EN EL MUNDO DE LA LITERATURA?

Creo que más que algo malo con la literatura hay algo mal conmigo. Escribir es una adicción para mí. Y mi cerebro va más rápido que mis manos. Eso, sumado al hecho de que soy una persona que se aburre de las cosas con mucha facilidad, se convierte en un montón de historias inacabadas en papel, y acabadas en mi cabeza.

Cuando tengo tiempo me atasco para escribir, y cuando no tengo no puedo parar de pensar en escribir. Y, por si fuera poco, la vida del desempleado no ayuda mucho. La presión para trabajar, el hecho de que el trabajo te absorba tanto tiempo y energía,… Cuando llegas a casa, no hay ganas de hacer nada. Y si no hay trabajo, toca buscarlo.

Quizá son excusas. Pero si pudiera vivir de escribir lo tendría más fácil. Y si fuera más constante también…

¿CONSIDERAS LA ESCRITURA COMO UN «TRABAJO FÁCIL»?

No es fácil para nada. Es como cualquier trabajo. Si no le dedicas tiempo, si no eres constante y, por si fuera poco, no tienes muy claro qué vas a escribir, es un trabajo complicado que puede colmar la paciencia a cualquiera.

Me he encontrado con mucha gente, sobre todo cuando quería hacer novelas ilustradas, que me decían «¿y tú solo pones la historia?». Y más de una vez he contestado, porque yo no me callo: «sin historia no se hace nada», «sin guion no habría película», «sin una idea, no se hace un videojuego».

Pero aquellos que nunca han creado nada, y me refiero a un proceso artístico mental desde cero, no podrán comprender jamás lo que se siente al crear algo, al escribir algo y poner todo tu ser en cada una de las palabras.

¿ALGO TRISTE EN EL HECHO DE ESCRIBIR UNA NOVELA?

Terminar la historia. Saber que nunca más volverás a estar en ese mundo creado observando lo que sucede. Quizá puedas leerlo, pero no es lo mismo estar en un mundo como espectador que como cronista.

El último punto siempre me hace llorar.

¿VES FACTIBLE VIVIR DE LO QUE ESCRIBES?

Ojalá. Y aunque no pueda dedicarme a vivir de lo que escribo como autora, quizá sí pueda hacerlo como redactora. Estoy en ello, estoy en ello… Algún día.


Y con esto termino. Gracias a Jonathan Naharro por nominarme y a Saimarné por empezar esta iniciativa.

El problema ahora es… ¿a quién nomino ahora? Pues… Venga. ¡A Dama Beltrán y a Carmen de Loma!