Saltar al contenido
Lorena S. Gimeno

Qué hacer cuando la penetración duele

Cuando sientes dolor en la penetración debería pasar esto: se lo dices a tu pareja y buscáis una solución. Sin embargo, en la gran mayoría de casos te callas, lo sufres y luego evades la penetración. Sueles sentirte culpable y buscas la solución en internet, o incluso piensas que el dolor es normal o que te lo mereces. Quizá incluso empieces a aborrecer el sexo. Pero no es así, no debería ser así. Y si has llegado a este artículo espero despejar algunas de las dudas que rondan por tu cabeza en este momento.

dolor en la penetración

Qué es el dolor en la penetración

Voy a ayudarte a distinguir los distintos tipos de dolor que se pueden dar en la penetración. Cada uno es muy diferente del otro y tienen diferentes causas y soluciones.

Dolor por imposición o por falta de preparación

Este se da cuando la penetración no es consentida. Hablo de casos de violación. Al no haber excitación, tu vagina no se dilata y, por supuesto, la penetración duele.

Sin embargo, este tipo de dolor también se da cuando el sexo no tiene la excitación o la preparación adecuada. Por ejemplo, casos en los que la falta de educación sexual lleva a un poco de magreo y penetración directa. Esto está muy relacionado con el sangrado en la primera penetración. Así, al no haber excitación la vagina no tiene tiempo de lubricarse ni hidratarse, lo cual acaba en dolor.

Por supuesto, este segundo dolor por imposición al poco tiempo puede desaparecer y dejar paso a la excitación. Pero nadie debería sufrir dolor (a no ser que quiera) en ningún momento de las relaciones sexuales.

Este dolor se soluciona con consentimiento, excitación y, si falta lubricación, lubricante.

Dolor genital

Hablo de la dispareunia, aunque quizá no sepas lo que es. La dispareunia es un dolor antes, durante o después de las relaciones sexuales que se da en la zona genital interna o externa. La dispareunia se da en personas con vulva o con pene indistintamente y tiene una causa fisiológica o psicológica. Es decir, que su causa puede estar en tu cuerpo o en tu cabeza.

Este dolor puede tomar muchas formas pero en esencia lo podemos diferenciar del anterior por el simple hecho de que duele aunque haya excitación. No importa si te apetece mucho y el corazón te va a mil de las ganas que tienes, duele y no puedes hacer nada para remediarlo.

Las causas son muy diversas: endometriosis, secuelas post-parto, rigidez vaginal, un cambio de pareja, un cambio emocional brusco en tu vida… Sin embargo, la gran mayoría tienen solución.

Imposibilidad de penetración

En este caso el dolor es diferente y hablo de otra disfunción sexual: el vaginismo. El vaginismo en una contracción involuntaria de los músculos vaginales que imposibilita la penetración y, si se fuerza, puede causar un dolor físico muy profundo.

Las causas del vaginismo son psicológicas y tratables. Hablo de una dispareunia continuada (al sentir dolor, el cuerpo termina rechazando la penetración), secuelas de una violación o abuso sexual, práctica continuada de sexo sin protección y miedo al embarazo, miedo al sexo…

Dolor psicológico

Este dolor es emocional, no físico. Profundo y complicado, sueles guardarlo para ti y te carcome constantemente. Este tipo de dolor es difícil de tratar porque necesitas ayuda y está en ti dar el primer paso.

Muchas de las causas de este dolor están en tu relación con el sexo o con tu pareja. La culpabilidad por que te gusten ciertas prácticas sexuales, la vergüenza o incluso saber que estás en una relación tóxica y aun así disfrutar del sexo. En resumen, este dolor te lo causas con tus propios pensamientos y liberar esa presión que ejerces sobre ti (hablando con alguien) es un primer paso fundamental para reeducarte y salir de ese pozo.

Cómo curar el vaginismo

Ahora que ya sabes lo que es el vaginismo deja que te explique un poco cómo se suele tratar. Por supuesto, el tratamiento final depende de la valoración profesional y de ti. El camino puede ser diferente para cada persona. Más largo o más corto, más fácil o más tortuoso… Pero el final es la liberación de ese dolor.

El primer paso está en ti, en asumir que tienes un problema y consultarlo con tu profesional de ginecología para descartar causas físicas. Después, puedes acudir a una profesional de la psicología o la sexología para explicarle tu situación. Esa persona te preguntará sobre ti y quizá te pida los resultados médicos para encontrar la causa más probable.

Si la causa es psicológica y no viene derivada de una causa física, una de las soluciones puede ser la asesoría sexual junto con un kit de dilatación vaginal como este (aprovecho para agradecer a Vive Sex shop por prestarse a patrocinar este artículo). Otra solución puede ser una reeducación sexual en mayor o menor grado. Y otra más puede ser reevaluar tu relación con el sexo. Como puedes ver, las soluciones son tan variadas como las personas que padecen vaginismo.

Como curar la dispareunia

El primer paso, como siempre, está en ti. Debes buscar ayuda en tu profesional de ginecología y dar con la causa de ese dolor. Que no te dé vergüenza, que no te dé miedo. No te pasa nada ni eres una persona rara o mala.

Con una serie de pruebas (esperemos que pocas), se dará con la causa de tu dolor. Como ya he dicho, puede ser una causa física que se encuentre en tus genitales internos o externos. Y si no se encuentra esta causa de forma física deberás en busca de ayuda psicológica para encontrar la raíz de tu problema.

Una vez se encuentre el problema, podrás empezar a sanar. Es imposible decir en cuánto tiempo así que te recomiendo que lo tomes con calma.

Cómo solucionar el dolor en la penetración

Ahora que sabes lo que es el vaginismo y la dispareunia deja que te dé algunos consejos para una penetración placentera:

  • No tengas prisa.
  • La excitación es la clave.
  • Si hace falta, usa los dedos para dilatar la zona.
  • Usa lubricante siempre que quieras (busca uno que no te irrite).
  • Habla con la otra persona o con tu pareja (casual o no, el sexo debe ser cómodo).
  • Si no lo pasas bien, no te calles.
  • Usa métodos de barrera y anticonceptivos para no tener preocupaciones.
  • Si ves que no es para ti, piensa que el sexo no es penetración y ya.

Dicho esto, muchos casos de dolor se pueden solucionar hablando. Hablar es muy curativo e incluso si estás en un caso donde la causa es física el apoyo sexológico puede ayudar a una recuperación más rápida. Recuerda que siempre estoy aquí para las dudas que tengas. #HABLACONLORENA