Los licántropos son lujuriosos de nacimiento, comen más de lo normal y tienen olfato, vista y oído desarrollados de forma sobrehumana. Por naturaleza, estos poseen fuerza y velocidad típicas de depredadores, a parte de una gran capacidad de regeneración.
Se dice que tres de los siete pecados capitales fueron sacados de ellos: ira, lujuria y gula.
El fenómeno genético
El recuento cromosómico de un licántropo común adulto es de cuarenta y siete cromosomas. Tienen tres cromosomas sexuales: XXZ/XYZ. El cromosoma Z es una mutación genética transmisible por la sangre. Yo lo llamo cromosoma sexual evolutivo-regenerativo. Este permite una gran capacidad de regeneración y mantenerse indefinidamente jóvenes —sus células crean copias perfectas de sí mismas de una forma verdaderamente rápida—. Todos sus órganos, neuronas y músculos se renuevan por completo cada treinta días. Incluso sus sentidos, cerebro y músculos evolucionan. Pero no usan la inteligencia por el mero hecho de que se dejan llevar por sus impulsos. Son más animales que personas.
Los licántropos se pueden reproducir pero solo los machos transmiten el cromosoma Z al copular. Hay el caso extraño de que, si la persona ha sido infectada, tanto macho como hembra puede pasar el cromosoma a sus descendientes.
La regeneración de sus células necesita gran cantidad de aminoácidos, especialmente los provenientes de la carne humana.
Otro hecho importante es que, gracias a que su cuerpo se regenera tan rápidamente y posee gran cantidad de energía, su temperatura corporal ronda los 40ºC, variando según el género, la estatura y el peso del espécimen.
La “magia”
Hasta ahora, las transformaciones que sufren son inexplicables pero siguen una pauta determinada.
Así, los licántropos tienen tres formas: la humana, la híbrida y la animal.
La forma humana pasa perfectamente desapercibida en la sociedad. Puede comportarse como un humano, mantener relaciones amistosas y amorosas pero, por dentro, sigue siendo un animal guiado por sus impulsos.
La forma híbrida es una mezcla entre la humana y la animal. Aparece en las noches de luna llena o cuando el individuo se deja dominar por sus sentimientos (a veces, incluso, a voluntad). Los ojos se les vuelven dorados, se les desarrollan los colmillos, les aparecen garras, cola y orejas lobunas. Cuando están en forma híbrida, la fiereza y el instinto los dominan por completo. Pierden el sentido común, volviéndose animales sanguinarios.
La forma animal, la que menos utilizan, es la de un lobo normal y corriente, cada uno de un color que lo caracteriza. A los ojos de un mortal, es un animal tan hermoso que hipnotiza y te obliga a hacer lo que te ordene. Tienen una especie de telepatía que invade tu mente. Si miras a uno de estos lobos a los ojos, ten por seguro que morirás. Solo he podido verlo una vez y casi muero durante el proceso.
Tengan la forma que tengan, los licántropos se fortalecen las noches de luna llena y se debilitan las noches de luna nueva, cuando no pueden transformarse. Y odian el fuego y el platino —aunque la mayoría de sus ancestros eran también débiles a la plata—, que les dañan gravemente.
Forma de vida de un licántropo
Los licántropos tienen un gran sentido de manada y, tan pronto como pueden, buscan una pareja para la eternidad, literalmente. Nunca se separan de ella; es un amor irrompible. Si uno de los miembros de la pareja muere, el otro permanece solitario el resto de su vida. Hecho que nos lleva a pensar que, como los perros, tienen un gran sentido de la fidelidad.
Normalmente, forman grandes manadas de un número infinito de individuos con una pareja como líderes. Todos los miembros se emparejan y, si queda un individuo desparejado, es desterrado por miedo a la sublevación.
Los machos, incluido el líder, cazan de forma individual por la zona cercana a la madriguera en un radio de dos kilómetros para luego reunirse con las hembras en su morada, donde viven todos juntos, y repartir la comida de forma equitativa por si algún miembro no ha podido cazar. Cuidan de los suyos por encima de todo.
Las manadas pueden aumentar su número con “futuros licántropos”, llamados pseudo-licántropos, que se dedican a la protección del grupo. Estos “futuros licántropos” son simples humanos que, si sirven bien a la manada, serán transformados cuando su “amo” lo crea conveniente.
Un licántropo trabaja con humanos sin destacar, relacionándose y teniendo una vida normal.
Como saber si alguien cercano a ti es un licántropo
Básicamente, no se puede saber de forma certera, pero algunos detalles como la fuerza, la rapidez, los reflejos, la gula, el olfato, la repulsión al fuego o el platino, el ser muy impulsivos, el gruñir cuando algo no les gusta o el ligero matiz dorado que toman sus ojos al enfadarse pueden servir. Todo se puede comprobar con un poco de astucia pero, por lo general, se confunden perfectamente con un humano normal. Para eso sí usan su intelecto.
Seguimiento de sus transformaciones durante un mes
En el caso de ser infectado, el individuo experimenta los cambios básicos —“características generales”— en la primera semana. La segunda semana sufre sus primeras transformaciones híbridas y animales —aunque en algunos casos únicamente sufren la transformación híbrida—, sin importar las fases lunares. A partir de entonces, pasa a ser un licántropo normal y corriente.